Un tríptico de casi 50 metros cuadrados, diez personas trabajando un mes y medio, y un artista único (como anteriormente su padre) en el buen hacer de los tapices festivos. Miguel Galbis ha utilizado 4.000 claveles blancos y rojos, complementados con manzanilla y sanguinaria teñidas adecuadamente de color.Autor también desde hace años de los tapices de San Vicente Ferrer (en la fachada de la Casa Natalicia) y de la Virgen de los Desamparados, Galbis ha vuelto a cubrir la cara principal de la Basílica con un gran trabajo para el Corpus.
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