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21 de junio de 2009

HISTORIA DE UNA IMAGEN DE PORTADA

Si alguien me hubiera avisado con tiempo de que el periódico semanal “Paraula” del Arzobispado de Valencia (con el que colaboro hace mucho años) iba a elegir como fotografía de portada para el número siguiente a la festividad del Corpus Christi –de gran relevancia en Valencia y considerada una de las mejores de España, y no sólo por su incomparable Custodia”-, si lo hubiera sabido de antemano, habría hecho lo mismo que hice. Mi mayor preocupación, mi intranquilidad de los días anteriores a la fiesta, no era tener mi equipo fotográfico en buenas condiciones (que también lo tuve en cuenta), más bien pensaba en qué novedad podría llegar a mi vasto archivo que realmente resultara plena. Durante varios días mi cabeza no paraba de visualizar los tres enclaves por antonomasia de la procesión vespertina (Caballeros, Bolsería y Avellanas) para encontrar inspiración hacia algún punto concreto del recorrido que me permitiera captar una imagen novedosa. Y así llegó la noche en que conecté de nuevo con los señores Peris Roca, en la calle Bolsería, los del comercio de aderezos de falleras, propietarios del balcón de primer piso más bajo de toda la vía pública por la que pasa la procesión del Corpus (y también de la Virgen, claro). Fue un encuentro casual porque está seguro de no encontrarle, como cuando otro año en esas mismas fechas pensé que ése era un lugar estratégico y me quedé sin verle. Salvador Peris, vicentino del Tossal (marido de Carmen Roca, cuyos apellidos dan título a su tienda de arte fallero), estaba como siempre tan dispuesto a cederme el mejor lugar en su balcón junto familiares, amigos y muchos cestos de pétalos, como ya había hecho otras veces en la festividad de la Mare de Déu y que había tenido como resultado fotografías de gran valor para mí. Yo pensaba que en el Corpus estaba él siempre ausente, aunque –con sorpresa para mí- me aclaró que sólo había faltado por temas familiares una vez, la de ese año que yo tenía interés. Claro que yo tomaba habitualmente la elección de mayor impacto visual que es fotografiar el paso de la custodia cincuenta metros más abajo en la misma calle Bolsería, donde una docena de niños preparan una alfombra floral en rosa, blanco y rojo en los segundos previos al momento en que unos pocos balcones a ambos lados de la calle regalan al Santísimo casi un centenar de capazos repletos de pétalos, cariño y sentimientos. Pero la decisión estaba tomada. Resuelta aquella fotografía en años anteriores, en esta ocasión se trataba otra cosa. La gran custodia de la catedral, con el Santísimo Sacramento en el lugar principal, como símbolo del Misterio de la Eucaristía presente en el mundo, aparecía en el inicio de la calle Bolsería precedido por frailes, sacerdotes, el cabildo catedralicio, mancebos y diáconos, y acompañado por el Arzobispo, amén de autoridades religiosas y civiles. Un encuadre vertical entre las viejas casas del centro histórico con la gente a pie de calle dejando paso al Corpus Christi. Sí, ésa era la fotografía del día, y yo sin saberlo. Cuando tuve en mis manos el periódico me vino a la mente de inmediato mi relación personal con Peris, el vicentino amable propietario del balcón, nuestra relación personal y su certeza en que mi modo de trabajar por las fiestas de Valencia merecía su confianza al abrirme de corazón su casa. También recordé mi preocupación de los días previos a la fiesta, mi decisión este año – y no cualquier otro -de buscar ese encuadre diferente, precisamente ése, que no tenía y que ahora, en una portada, ya es historia en el “Año de los sacerdotes” como reza el titular de la publicación. No me planteo valorar si puede sorprender a alguien, incluso a algún lector, que en la portada del periódico la fotografía no tenga a su pie la firma del autor como mandan los cánones del periodismo desde siempre, pero – como dueño de clik que capturó mi cámara réflex canon 5D con el número de imagen IMG_5043.JPG - yo le doy la importancia que tiene (y por lo cual desde estas palabras se lo agradezco sentidamente a quien tuvo la feliz idea) a la elección de esa imagen como portada de un número, el 1051 del año XXIII, de fecha Domingo 21 al 27 de junio de 2009, del periódico semanal “Paraula” del Arzobispado de Valencia, para ilustrar el nuevo “Año Sacerdotal” iniciativa de Su Santidad el Papa Benedicto XVI.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una buena fotografia porque cuando pasa el Corpus Christi por delante de la gente, el sentimiento de devoción y cariño hace que la mirada sea siempre en vertical.El amor a Cristo y Cristo con nosotros llega a nuestros corazones en vertical.

Anónimo dijo...

Se ve una imagen en profundidad y la estrechez de la calle encierra a los personajes.En el fondo destaca la pequeñez del hombre frente al Corpus Christi, la gente queda difuminada no se puede individualizar. Los personajes de delante quedan en los laterales en cierta manera cortados.
También destaca la intensidad de la luz con los colores púrpura claro y rojo que representan la espiritualidad y religiosidad, creando una imagen con magia, destaca la importancia de los sacerdotes.
Andrea.