DIARIO DE UNA TRAVESÍA POR EL MARÍTIMO: DÍA 1.- LA CONVOCATORIA
JUEVES DE RETRETA
Es la tarde-noche del jueves antes de la Semana Santa. Llevo varios días
mirando hacia el mar. Los Poblamos Marítimos esperan su gran momento del año y
en esto coincidimos. El pasaje para una travesía de once días por esta zona de
Valencia está todavía por estrenar;
falta muy poco.
Atardece en la plaza del Rosario del Canyamelar cuando llego
con toda mi ilusión y el colgante del blog EOS en mi mano izquierda, que
también sujeta mi pesada mochila: mi cámara Canon, objetivos variados, tarjetas
de memoria, baterías, flash y un recipiente aún vacío que espero llenar de
sentimientos.
Han pasado pocos minutos y la fuente junto a la Iglesia comienza
concentrar curiosos, músicos y algunos cofrades. Visto y no visto, el espacio
se llena de gente ávida de fiesta que pocos minutos después inician el evento
del día: la Retreta.
Se hace un gran silencio y el párroco dicta la arenga
religiosa al pueblo llano. Y de pronto comienza todo. Cornetas y tambores,
estandartes, variados símbolos semanasanteros pueblan de inmediato las calles
con ritmos vibrantes: llaman a la fiesta grande de la Valencia marinera y
aquí responden niños y mayores -con
rostros desnudos- en la penumbra de las farolas a media luz del Canyamelar.
Un recorrido que resulta corto pero intenso y desemboca de
nuevo en la citada plaza, donde todos los presentes se concentran alrededor de
los tambores protagonistas de la jornada: una señal maestra marca muchos
minutos, en series cada vez más prolongadas, de golpes de tambor con notas y estilo,
envolviendo con su estruendo un mensaje de convocatoria santa, tamborrada para
Dios, que estará presente en el Marítimo para proponernos de nuevo – como cada
año - la santidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario