DIARIO: DÍA 2 VIERNES DE DOLORES Y DE ANGUSTIAS
Lo siento, no he podido comenzar la tarde con el primer acto
religioso de la Soledad. Mi
cuerpo y mi mente estaban fuera del Marítimo, despidiendo -por momentos- otros
ilustres compromisos. He regresado de
facto a tiempo de contemplar el retorno de Nuestra Señora de los Dolores
cruzando el umbral de Santa María del Mar y, equipo en mano, me he arrodillado
ante ella. Le he dicho, estremecido por las lágrimas en sus ojos, que no
volvería ausentarme de su lado por esta Semana Santa: ha sido un primer plano
de impacto y sentimiento.
No mencioné ayer que mi recorrido tiene el apoyo de una
bicicleta de paseo. Así que tomo dirección a la parroquia de Cristo Redentor,
donde María ya ha empezado su camino por los Siete Dolores. Es bellísima, como
las demás, pero me transmite ya en el primer encuadre la angustia de tener a
Jesús en sus amorosos brazos recién desclavado de la cruz. Tambores marcan cada
estación de dolor y las antorchas portadas por rostros cubiertos de pena
escoltan el paso: la delicadeza con la que toma su mano a la vez que abre aún
más su corazón materno abre la mente de cualquiera.
Quedo con la confianza de que un alma con fe la acoge en su
casa por estos días, que estará acompañada y visitada por tantos, que sentirán
en el silencio y la contemplación una mínima porción de su estado de ánimo y la
realidad de ese instante sagrado.
Siento necesidad de rezar, de estar en compañía. De este
modo cambio de zona y me incorporo a las plegarias del Cristo de la Palma, de nuevo en el Grao.
Silencio, seriedad, recogimiento: sólo se escucha, cada parada, una oración
personal donada por un fiel anónimo y reconocida por la Hermandad. El Cristo,
acompañado por el pueblo y custodiado por soldados, retorna a su capilla
haciendo alto en el umbral de su morada. Estremece el silencio, la iglesia está
oscura, pero el flash – orientado como apoyo – colabora para captar una imagen
de sentimiento profundo: la plegaria que no logré escribir ya ha tenido
destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario