De la San Vicente a la Virgen. Así comencé la semana, con el
santo en el altar del Mocadoret hasta el martes por la noche, con el mundo
vicentino a sus pies. El lunes aún hubo milagro y el martes, tras una divertida
obra teatral costumbrista, el altar más tardío realizó su emocionante bajada, traslado
a la sede y entrega de la imagen del santo al nuevo clavario.
Milagro "el mocadoret" en el altar de su nombre |
Y sin tiempo para reaccionar me encontré con la Virgen de
los Desamparados en el centro neurálgico del Mercado Central de Valencia (que
había visitado San Vicente el fin de semana de su fiesta). En este santuario de
la alimentación de referencia en Europa fui testigo de cómo el tabal i la dolçaina, les albaes y varios cantos marianos, creaban
el ambiente propicio para la la ofrenda de las camareras de esta imagen (a la
sazón vendedoras del mercado) que miman a la Virgen durante el año en su lugar
de trabajo y esta vez tuvieron el privilegio de honrarla ante cientos de
visitantes y devotos.
Ya estamos en la fiesta. Ayer las vísperas solemnes
pontificales. Vamos escuchar toques de campanas significativos; recordemos la escuraeta y sobre todo la paraeta de los Seguidores que da
beneficios solidarios para la Fundación Maides.Veremos
el imponente tapiz de Galbis dedicado al 600º aniversario de la Archicofradía Hoy sábado por la tarde dançà
infantil, Salve solemnísima, concierto,
dancà mayor, castillo, albaes
y…espera meditativa hasta la madrugada con la apertura de la Basílica y la descoberta.
Domingo mañana con la Misa d´infants, el Traslado, la Misa en la catedral, la mascletà…y por la tarde solemne
procesión y retorno de la Madre a su Basílica con la última Salve. Todo por Ella, con devoción y
agradecimiento infinito por su permanente amparo. Y es que de hijo bien nacido
es ser muy agradecido. Buena fiesta a todos, porque la Mare de Déu se lo
merece.
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