CAPÍTULO
3
“Luminaria
en la espera de la noche”
Sábado 10.
Es momento de entrar en la Basílica para gestionar un
encargo oficial que he preparado con humildad. La propuesta era de ésas que hay
que cumplir por amor a Ella y la aceptación de mi proyecto ha sido un inmenso
regalo para seguir en camino.
Son las siete y
media de la tarde y con el permiso logrado subo al segundo piso, claramente a
un lugar de privilegio. Comienza ese momento que anhelo cada año y soy testigo
cercano de cómo la singular maestría de David Morales, premio nacional y
organista oficial de la Basílica, permite que el nuevo órgano estrenado ayer en
las Vísperas luzca sus notas solemnes en honor de la patrona.
David Morales durante la Salve |
Con esa propuesta
de música celestial, la Escolanía y los antiguos escolanes dirigidos por el
maestro Luis Garrido logran crear el entorno más emotivo que pueda imaginarse:
es la Salve solemnísima que envuelve este santuario mariano hasta rozar la
bóveda de Palomino.
He podido captar imágenes de lo alto y también junto a los
escolanes. El arzobispo de Valencia Carlos Osoro da una emotiva bendición y –siempre
tan cercano- saluda a los niños de la Escolanía.
Muy cerca, en el exterior, han mostrado su participación activa en la
fiesta las campanas de San Martín, San Esteban y San Sebastián, volteadas a mano
por Mestres Campaners que, al finalizar las vísperas, las han dejado invertidas
hacia arriba en señal de fiesta.
detalle en un horno de la Calle de Caballeros |
Junto a la Puerta de los Apóstoles de la Catedral se halla
instalada la paraeta solidaria que la
Hermandad de Seguidores de la Virgen mantiene todo el fin de semana -y tantos
domingos cuando el buen tiempo acompaña- para recoger fondos como patronos de
la Fundación Maides. Detalles de todo tipo (también mis fotografías y postales
marianas) como reclamo para invertir de corazón en aquella obra humana y divina
que el padre Jofré promovió hace más de seis siglos.
Ya es entrada la noche y la plaza de la Virgen tiene un ambiente singular, puedo percibir que para todos es un tiempo diferente donde el sentimiento prevalece, hay encuentros casuales con amistades de siempre, el tiempo no tiene medida y las calles sin tráfico permiten descubrir escaparates dedicados a Ella. Siento que María es la única luminaria en la noche valenciana en torno a su espacio sagrado que por muchas horas nos convoca a tantos devotos.
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